Todo parecía estar bajo control en la empresa de tecnología. Los sistemas funcionaban, las herramientas de seguridad generaban notificaciones constantes, y los correos de alerta llegaban uno tras otro a la bandeja de entrada del analista de ciberseguridad. Hasta que un día, entre cientos de notificaciones, una amenaza real pasó desapercibida. No porque fuera indetectable, sino porque el analista, simplemente, ya no podía verla. Estaba exhausto.
Eso es ciberfatiga. Y no, no es un mito.
Cuando el cerebro se apaga antes que los servidores
La ciberfatiga es el agotamiento acumulado que experimentan los profesionales de ciberseguridad debido a la presión constante, la sobrecarga de alertas y la expectativa de una vigilancia ininterrumpida. No se trata solo de sentirse cansado: hablamos de una fatiga cognitiva que afecta la capacidad de tomar decisiones críticas en momentos clave.
Según el informe State of Cybersecurity 2024 de ISACA, más del 60% de los analistas y CISOs afirman sentirse mental y emocionalmente agotados por el ritmo actual de amenazas. Por su parte, Gartner ya advertía desde 2022 que este tipo de agotamiento no solo reduce la eficiencia operativa, sino que incrementa significativamente los errores humanos, presentes en más del 90% de los incidentes de seguridad.
Síntomas comunes de ciberfatiga
- Desensibilización ante alertas (“alert fatigue”).
- Respuestas más lentas o erráticas ante amenazas.
- Dificultad para priorizar incidentes críticos.
- Irritabilidad y desconexión emocional del trabajo.
- Dependencia excesiva de protocolos automáticos, sin análisis crítico.
Y lo más alarmante: muchas organizaciones ni siquiera saben que sus equipos están colapsando lentamente hasta que ya es demasiado tarde.
El origen del problema: no son las amenazas, es la carga
En la narrativa típica, se piensa que los ataques cibernéticos son el principal enemigo. Pero la realidad es más compleja. Hoy, la amenaza silenciosa está dentro del equipo de defensa, en forma de burnout tecnológico, operaciones fragmentadas y procesos manuales imposibles de escalar.
Con un volumen de alertas diario que puede superar los miles en entornos corporativos, los analistas enfrentan una avalancha que los obliga a correr sin dirección. Muchas veces, la infraestructura de ciberseguridad está mal alineada con la capacidad humana, lo que lleva a respuestas lentas, decisiones incorrectas o, en el peor de los casos, omisión total.
¿Cómo se ve una solución real? Menos alerta, más inteligencia
Aquí es donde entra el enfoque de Banyax. Su servicio Managed Extended Detection and Response (M/XDR), operado desde un SOC altamente especializado, no solo automatiza la detección y respuesta ante amenazas: también alivia directamente la presión sobre los equipos humanos, convirtiéndose en una extensión inteligente de ellos.
Esta solución usa inteligencia artificial, aprendizaje automático y análisis de comportamiento para:
- Integrar datos desde todos los puntos de la organización.
- Detectar anomalías reales, reduciendo el “ruido” de falsos positivos.
- Automatizar respuestas o coordinar acciones con analistas reales.
- Reducir los tiempos de mitigación de horas a minutos.
Y lo hace de forma transparente, a través de Banyax Quest™, una plataforma colaborativa donde tanto clientes como analistas comparten una misma vista operativa. No se trata de reemplazar personas, sino de darles las herramientas que eviten el colapso humano.
Más allá de la tecnología: un aliado que entiende el desgaste
Banyax no ofrece soluciones genéricas. Su servicio de M/XDR está diseñado bajo el principio de “Hunting your Hunters”, es decir: cuidar a quienes están encargados de proteger. Esto se traduce en:
- Automatización real, no scripts aislados.
- Respuesta orquestada y contextual.
- Visibilidad total para que el equipo de seguridad siempre tenga el control..
En entornos donde cada segundo cuenta, contar con un aliado que te ayude a respirar puede marcar la diferencia entre una amenaza controlada o una crisis sin retorno.
Conclusión: La fatiga digital también es una vulnerabilidad
El mayor enemigo de una estrategia de ciberseguridad efectiva no siempre es el hacker sofisticado, sino el desgaste acumulado del equipo que debe responder día tras día. Ignorar la ciberfatiga es abrir la puerta a errores humanos, lentitud operativa y decisiones equivocadas en momentos clave.
Soluciones como Managed Extended Detection and Response (M/XDR) de Banyax no solo fortalecen la seguridad: dan oxígeno a los equipos, claridad al proceso y eficiencia a cada respuesta. Porque protegerse también significa proteger a quienes protegen.
¿Tu estrategia de ciberseguridad contempla el factor humano?